Es bien conocido que el consumo de alcohol promueve el
estrés oxidativo por la acumulación de acetaldehído y la producción de óxido
nítrico; pero también favorece el crecimiento de bacterias Gram-negativas en el
intestino, lo que se traduce en un aumento de la permeabilidad intestinal. En
modelos animales, la inflamación sistémica asociada al aumento de la
permeabilidad intestinal se ha demostrado como un fenómeno clave en el
desarrollo de hepatopatía crónica alcohólica.
El estudio publicado en la revista Medicine, evalúa el
pronóstico de marcadores inespecíficos de inflamación. Mediante el análisis de
los marcadores de inflamación en 909 pacientes admitidos a tratamiento del
alcoholismo entre el año 2000 y el 2010, se ha podido observar que la presencia
de anemia (hemoglobina baja) en el momento del ingreso, se asocia con mayor
mortalidad, mientras que no se observó la misma asociación con niveles elevados
de ferritina o de fibrinógeno.
Las consecuencias del consumo de
alcohol no reciben en la actualidad la atención que merecen. Pequeños avances en
este campo se pueden traducir en mejorías en la práctica clínica habitual y
pueden aumentar la alerta en los profesionales sanitarios.
Fuster D, Sanvisens A, Bolao F, Zuluaga P, Rivas I, Tor J, Muga R.
Medicine (Baltimore). 2015 Mar;94(10):e607
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